Cómo dar de alta la luz y agua en una vivienda de segunda mano

Mudarse a una vivienda de segunda mano siempre trae consigo una mezcla de ilusión y pequeñas gestiones que conviene resolver cuanto antes. Entre cajas, llaves nuevas y planes de decoración, hay algo que resulta imprescindible: asegurarse de que al abrir el grifo salga agua y al encender el interruptor haya luz. Sin esos suministros básicos, el estreno del nuevo hogar puede convertirse en una experiencia incómoda.
En ese momento surge la gran pregunta: cómo dar de alta la luz y el agua en una vivienda de segunda mano sin perder tiempo ni pagar de más.
Conocer bien qué significa dar de alta, cuáles son los costes asociados y qué documentación suele pedirse marca la diferencia entre un traslado tranquilo y uno lleno de imprevistos.
¿Qué significa dar de alta un suministro?
Dar de alta un suministro significa contratar un nuevo servicio con la compañía distribuidora o suministradora para que activen la luz o el agua en tu domicilio. Es un trámite distinto al cambio de titularidad, que solo modifica el nombre en un contrato activo.
- En el caso de la luz, se hace a través de una comercializadora eléctrica (como Endesa, Iberdrola, Naturgy, Repsol o incluso opciones más pequeñas como Holaluz o Podo). Estas compañías tramitan la solicitud con la distribuidora de tu zona, que es la responsable de hacer la conexión física. Para iniciar el alta, necesitarás el CUPS (Código Universal del Punto de Suministro), tu DNI y la potencia contratada.
- Para el agua, la gestión cambia, porque en la mayoría de ciudades el suministro depende de una empresa pública o concesionaria municipal. Ejemplos conocidos son Canal de Isabel II en Madrid, Aigües de Barcelona o Emasesa en Sevilla. Aquí tendrás que aportar la escritura de la vivienda o el contrato de alquiler, un documento de identidad y, en algunos municipios, la cédula de habitabilidad.
La ventaja en viviendas de segunda mano es que, salvo casos de muchos años sin uso, las instalaciones ya están registradas y aprobadas, por lo que el alta es más ágil que en una vivienda de obra nueva.
¿Cuánto cuesta dar de alta la luz en una vivienda de segunda mano?
Uno de los puntos que más preocupan es el coste. Dar de alta la luz en una vivienda de segunda mano no es gratis, ya que interviene la distribuidora, que cobra por los derechos de acceso, extensión y enganche. Estos conceptos están regulados por el Gobierno, por lo que el precio es el mismo en todas las comercializadoras.
En 2024, el coste aproximado de dar de alta la luz en una vivienda de segunda mano está entre 50 y 200 €, dependiendo de si había suministro previo y de la potencia que quieras contratar.
Si hablamos del agua, las altas suelen estar entre 50 y 150 €, y en algunos municipios se añaden fianzas o tasas municipales específicas.
La clave es entender que si en la vivienda ya hubo suministro, el proceso será más barato y rápido que si es un alta por primera vez.
¿Quieres dar de alta el gas natural?
Diferencias entre dar de alta por primera vez y reactivar un suministro
Un error común es pensar que dar de alta por primera vez y reactivar un contrato antiguo son lo mismo. La diferencia es importante:
Dar de alta por primera vez implica que la vivienda nunca ha tenido suministro o que este lleva dado de baja más de tres años. En este caso, la distribuidora puede pedir el boletín eléctrico o la cédula de habitabilidad. El coste también será mayor porque incluye los derechos de extensión.
Reactivar el suministro se da cuando en la vivienda hubo luz o agua recientemente y la instalación sigue registrada. Aquí el proceso es más barato, rápido y sencillo.
Documentación necesaria para dar de alta
En casi todos los casos, la documentación básica es similar:
Documento de identidad (DNI, NIE o pasaporte).
Escritura de compraventa o contrato de alquiler.
CUPS para el alta de luz (lo encontrarás en facturas antiguas o lo facilita la distribuidora).
Dirección exacta de la vivienda.
En algunos municipios, la cédula de habitabilidad.
Plazos para dar de alta la luz y el agua
El tiempo de espera es otro aspecto clave. Nadie quiere mudarse y quedarse varios días sin calefacción o sin agua corriente.
En el caso de la luz, las comercializadoras suelen tardar entre 5 y 7 días hábiles desde que reciben la documentación completa. Si hay incidencias o inspecciones pendientes, el plazo puede alargarse.
Para el agua, el tiempo suele ser menor: entre 3 y 5 días hábiles, dependiendo de la empresa concesionaria. En ciudades con mayor demanda, como Madrid o Barcelona, a veces se ofrecen citas rápidas en 24 o 48 horas.
Preguntas frecuentes sobre dar de alta luz y agua en una vivienda de segunda mano
¿Es lo mismo dar de alta que cambiar el titular de un contrato?
No. Cambiar de titularidad es un trámite más sencillo y gratuito. Solo necesitas que el suministro siga activo. En cambio, dar de alta la luz o el agua en una vivienda de segunda mano implica que los contratos previos se han dado de baja y tienes que activarlos de nuevo.
¿Qué pasa si la casa lleva muchos años vacía?
En ese caso puede que te pidan documentación adicional, como el boletín eléctrico o la cédula de habitabilidad, sobre todo si se trata de dar de alta por primera vez tras una larga baja. En nuestra sección sobre boletín eléctrico te contamos cuándo es obligatorio.
¿Se puede dar de alta la luz sin cédula de habitabilidad?
En la mayoría de los casos, sí, siempre que la instalación esté en buen estado y exista un contrato previo registrado. No obstante, si la vivienda es antigua o nunca ha tenido suministro, podrían pedírtela.