Acometida eléctrica: todo lo que debes saber antes de instalarla o cambiarla
La acometida eléctrica es la pieza clave que permite que una vivienda o edificio reciba suministro eléctrico de forma segura. Aunque muchas veces pasa desapercibida, sin ella no sería posible encender una bombilla o conectar un electrodoméstico. Entender cómo funciona, qué tipos existen y cuáles son los pasos para su instalación o cambio puede ahorrarte tiempo, dinero y muchos quebraderos de cabeza.
Qué es una acometida eléctrica y cómo funciona
La acometida eléctrica es la conexión física entre la red de distribución y tu vivienda o local. En otras palabras, es el conjunto de cables y elementos que llevan la electricidad desde la red general hasta el punto de consumo. Su función principal es garantizar que la energía llegue con la tensión adecuada y bajo las condiciones de seguridad establecidas por la normativa.
Cada acometida eléctrica es única y adaptada al inmueble donde se instala. Depende de factores como la potencia contratada, la ubicación, la distancia a la red y las características del terreno. En una vivienda unifamiliar, por ejemplo, la acometida puede ser aérea o subterránea, mientras que en edificios suele haber un punto común de entrada que distribuye la electricidad a cada vivienda.
Una acometida eléctrica de Iberdrola, por ejemplo, debe cumplir con las condiciones técnicas que fija la distribuidora, lo que incluye el tipo de cable, el calibre, las protecciones y la ubicación de las cajas generales. Estos detalles aseguran que el suministro sea estable y que no haya riesgo de sobrecarga o cortocircuitos.
Cuándo cambiar una acometida eléctrica
A veces, no se trata de instalar una acometida nueva, sino de renovar o cambiar una existente. Esto ocurre cuando la instalación es antigua, cuando se amplía la potencia contratada o cuando se realiza una reforma que afecta al sistema eléctrico.
Cambiar una acometida eléctrica implica cortar temporalmente el suministro y coordinar la obra con la compañía distribuidora. El proceso es similar al de una instalación nueva: se diseña el proyecto, se tramita el expediente, se realiza la instalación y se emite el nuevo certificado eléctrico. La reconexión suele tardar entre 24 y 48 horas una vez completados los trabajos.
Actualizar una acometida antigua es una inversión en seguridad. Las instalaciones envejecidas pueden provocar cortes de luz, sobrecalentamiento o incluso incendios. Además, una acometida moderna mejora la eficiencia y permite aprovechar mejor la potencia contratada.
Nueva acometida eléctrica: cuándo y por qué instalarla
Una nueva acometida eléctrica es necesaria en casos como la construcción de una vivienda desde cero, la apertura de un local comercial o la ampliación de un edificio existente. También puede requerirse cuando se instalan equipos que demandan mayor potencia, como bombas de calor, cargadores de vehículo eléctrico o sistemas fotovoltaicos conectados a red.
Instalar una nueva acometida garantiza que la instalación esté adaptada a las necesidades reales del consumo y cumpla con la normativa. Además, permite planificar la ubicación de cuadros eléctricos, canalizaciones y protecciones para evitar futuras reformas.
Gestionar este tipo de acometidas con antelación es clave para no retrasar la obra. De hecho, sin acometida no se puede dar de alta la luz, por lo que es uno de los primeros pasos que debe tramitarse en cualquier nueva construcción.
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Proceso de instalación de una acometida eléctrica paso a paso
Instalar una acometida eléctrica no es un trámite inmediato. Requiere planificación, permisos y la intervención de profesionales autorizados. El proceso comienza con un estudio técnico del lugar donde se realizará la conexión. Un instalador autorizado evalúa el punto de enlace más cercano a la red de distribución y diseña el proyecto de instalación.
Después, es necesario tramitar el expediente de acometida eléctrica con la compañía distribuidora. Este documento incluye los planos, la descripción técnica y todos los detalles del proyecto. La distribuidora revisa la documentación, analiza la viabilidad y emite las condiciones técnicas que se deben cumplir. Este trámite suele tardar entre 15 y 30 días.
Una vez aprobado el expediente, se puede proceder con la instalación física. Se colocan los cables, fusibles, cajas de protección y demás elementos necesarios. Todo el trabajo debe ser ejecutado por un instalador autorizado, ya que cualquier error podría poner en riesgo la seguridad del sistema. Finalmente, la distribuidora revisa la instalación, verifica que cumple las normativas y autoriza la conexión a la red.
Solo cuando el proceso está completamente validado, el inmueble puede recibir suministro eléctrico. A partir de ese momento, el propietario puede contratar una tarifa de luz con la comercializadora de su elección.
Documentación y permisos necesarios
Para instalar una acometida eléctrica es necesario reunir varios documentos que certifiquen la legalidad y seguridad de la instalación. El más importante es el proyecto técnico, elaborado por un ingeniero o instalador autorizado, que incluye planos, memoria técnica y características del sistema.
También se requiere solicitar a la distribuidora el permiso de conexión. Este documento autoriza la obra y define las condiciones específicas de la acometida. Sin él, la instalación no puede ejecutarse ni conectarse a la red. Además, una vez finalizada la obra, el profesional emite el Certificado de Instalación Eléctrica (CIE o boletín eléctrico), que garantiza que la instalación cumple con la normativa vigente.
En algunos casos, el ayuntamiento exige permisos de obra o de ocupación de vía pública, sobre todo si la acometida requiere levantar aceras o instalar canalizaciones subterráneas. Estos permisos suelen gestionarse antes del inicio de los trabajos y pueden tardar entre uno y dos meses, según el municipio.
Contar con toda la documentación en regla es la única forma de evitar retrasos o sanciones. Por eso, lo más recomendable es dejar la gestión en manos de un instalador profesional o una empresa especializada.
Qué es el expediente de acometida y cómo gestionarlo
El expediente de acometida es el documento que certifica la viabilidad técnica y legal de conectar tu inmueble a la red eléctrica. Se presenta ante la compañía distribuidora y contiene toda la información técnica del proyecto. Su aprobación es imprescindible para realizar la instalación y activar el suministro.
Para gestionarlo, el instalador autorizado debe preparar el proyecto y enviarlo a la distribuidora. Esta revisa la documentación, verifica la capacidad de la red y puede solicitar modificaciones o aclaraciones antes de emitir la autorización. El tiempo habitual de respuesta es de 15 a 30 días, aunque puede alargarse en proyectos complejos.
Preguntas frecuentes sobre acometidas eléctricas
Por norma general, el propietario del inmueble es quien debe asumir el coste de la acometida eléctrica, tanto en instalaciones nuevas como en cambios o ampliaciones. Sin embargo, en algunos casos, cuando la distribuidora requiere una mejora en la red general, esta puede asumir una parte del gasto.
El plazo habitual de aprobación oscila entre 15 y 30 días hábiles, aunque puede extenderse si el proyecto es complejo o si la distribuidora necesita solicitar documentación adicional.
El precio depende de la distancia a la red, el tipo de acometida (aérea o subterránea), la potencia solicitada y los materiales empleados. En una vivienda unifamiliar, el coste suele situarse entre 800 y 2.500 euros, aunque puede variar según el caso.
La distribuidora puede negar la conexión o suspender el suministro hasta que la instalación sea actualizada. Por eso es fundamental contar con un instalador autorizado que emita el certificado eléctrico correspondiente.
No. La acometida eléctrica es la conexión física a la red, mientras que el boletín eléctrico o CIE es el documento que certifica que la instalación cumple las normas de seguridad. Ambos son necesarios, pero tienen funciones distintas.