¿Cómo entender la factura de gas de una manera sencilla?
Recibir una factura de gas y no saber qué significa cada concepto es algo muy común. Términos como “consumo en kWh”, “término fijo” o “coste por peaje” pueden generar dudas si no se conocen con claridad.
Tener claro cómo se calcula cada importe es fundamental para controlar el gasto, detectar errores y optimizar el consumo. Todo parte de saber cómo entender la factura de gas, identificando los conceptos clave que la componen y comprendiendo cómo se aplican los distintos costes.
Consideraciones generales de la factura del gas
Tipos de tarifas que podemos tener
Mercado regulado (Tarifa de Último Recurso – TUR): Ofrecida por comercializadoras designadas, con precios establecidos por el Gobierno y revisados trimestralmente. Esta tarifa puede resultar más económica en determinadas circunstancias.
Mercado libre: Las comercializadoras fijan libremente los precios y condiciones, pudiendo ofrecer tarifas con descuentos, servicios adicionales o precios fijos durante un periodo determinado. Comparar las ofertas es esencial para elegir la opción más adecuada y entender la factura de gas de manera clara.
Puedes entender sobre
Tipos de facturas: Mensual o bimensual
Para entender factura gas, es relevante considerar la periodicidad de las facturas, que puede ser:
Mensual: Se emite cada mes, lo que permite un seguimiento más frecuente del consumo y facilita la detección de variaciones o anomalías.
Bimensual: Se emite cada dos meses, siendo común en muchos contratos de suministro de gas.
Algunas compañías permiten solicitar un cambio en la periodicidad de facturación. Para ello, es recomendable contactar con el servicio de atención al cliente de la comercializadora y verificar si esta opción está disponible, lo que puede simplificar entender la factura de gas y adaptarla a las necesidades del usuario.
¿Qué incluye exactamente una factura de gas?
Para entender una factura de gas, es fundamental conocer todos los conceptos que pueden aparecer reflejados en ella. Esta es la lista de los elementos más habituales que componen una factura de gas:
Datos del contrato: nombre del titular, dirección del punto de suministro, Código CUPS, número de contrato y tarifa de acceso.
Periodo de facturación: fechas de inicio y fin del ciclo facturado. Sirve para calcular el número de días del periodo y aplicar los costes fijos y variables.
Lectura del contador y consumo: diferencia entre la lectura inicial y final, expresada en kilovatios hora (kWh), que determina el consumo total facturado.
Término fijo: coste por tener activo el suministro, independientemente del consumo. Se calcula multiplicando el precio diario por el número de días del periodo.
Término variable: importe que pagas por el gas que realmente consumes, calculado en función del consumo y el precio del kWh contratado.
Peajes de acceso: cargos regulados que retribuyen el uso de las redes de transporte y distribución. Pueden estar integrados en el término fijo o variable, o aparecer como línea separada.
Impuestos:
Impuesto Especial sobre Hidrocarburos (0,00234 €/kWh).
IVA, habitualmente del 21 % sobre el total, aunque puede variar según el contexto fiscal.
Servicios adicionales: en algunos casos, la factura incluye servicios como mantenimiento o revisiones contratadas con la comercializadora, que se reflejan como un coste extra.
Importe total a pagar: suma final con todos los conceptos anteriores, que incluye impuestos y posibles descuentos o recargos.
Revisar todos estos elementos de forma detallada no solo permite entender factura gas con mayor precisión, sino que también ayuda a identificar errores, optimizar el consumo y gestionar de forma más eficiente los recursos energéticos. Si encuentras cualquier irregularidad, puedes contactar con tu compañía, como Naturgy o Fenosa, para aclarar las dudas o realizar las reclamaciones necesaria
Ejemplo de calculadora de factura de gas.
Calculadora de factura de gas
Introduce los datos para estimar tu factura mensual de gas:
🧾 Término fijo: ${terminoFijo.toFixed(2)} €
🔥 Término variable: ${terminoVariable.toFixed(2)} €
💨 Impuesto hidrocarburos: ${impuesto.toFixed(2)} €
💼 Subtotal: ${subtotal.toFixed(2)} €
📊 IVA (21%): ${totalIva.toFixed(2)} €
💰 Total estimado: ${totalFactura.toFixed(2)} €
* Cálculo aproximado. El resultado puede variar según tu tarifa exacta y peajes regulados.
`; }Consejos para reducir la factura de gas
Una vez que ya sabes cómo entender tu factura de gas, es más fácil aplicar estrategias para reducirla. Aquí van algunos consejos prácticos:
Revisa tu tarifa actual: asegúrate de que estás en una tarifa adaptada a tu nivel de consumo. Puedes ahorrar si comparas opciones en el mercado libre y el regulado.
Evita servicios adicionales innecesarios: revisa si tienes contratados mantenimientos, seguros u otros extras que no utilizas.
Optimiza el uso del gas en casa:
Baja la temperatura del termostato a 19–21 °C en invierno.
Apaga el calentador si no lo usas por largos periodos.
Aísla bien ventanas y puertas para conservar el calor.
Solicita facturación por lectura real: evita estimaciones que puedan inflar tu factura.
Instala un programador o termostato inteligente: ayuda a gestionar mejor el uso de la calefacción y el agua caliente.
Preguntas frecuentes sobre las facturas de gas.
¿Cuánto cuesta dar de alta gas natural después de una baja?
El importe para dar de alta el gas natural después de una baja depende fundamentalmente de dos factores: la comunidad autónoma en que se encuentre el inmueble y cuánto tiempo ha estado sin suministro. Si la instalación está ya hecha y el servicio ha estado dado de baja menos de cinco años, sólo suele haber que abonar los derechos de alta. En este escenario, los costes pueden variar entre 70 € y 110 € en muchas comunidades.
Sin embargo, si han pasado más de cinco años o la instalación requiere una acometida nueva, entonces los derechos de acometida se suman y los costes pueden elevarse hasta 200-250 € o más en algunos casos. Es importante valorar la opción de contratar gas natural de nuevo con otra tarifa cuando haces el alta, ya que algunas comercializadoras pueden incluir promociones en el alta que reduzcan parte del coste.
¿Puedo dar de alta el gas si ya era usuario pero se dio de baja?
Sí, puedes solicitar una reactivación del servicio. En ese caso, lo habitual es que la gestión sea más sencilla que un alta nueva. La comercializadora evalúa que la instalación sigue siendo válida, que tienes el certificado en vigor, y tramita el alta. No hay que confundirlo con un cambio de titular, que es otro tipo de trámite distinto.
¿Cuánto tarda la tramitación del alta de gas?
Una vez aportada la documentación, y siempre que la instalación esté en condiciones y no sea necesario reemplazar componentes, el plazo habitual para que se reactive el suministro de gas es entre 5 y 10 días hábiles, aunque puede variar según la distribuidora y la zona geográfica.
¿Qué parte del proceso es más importante al contratar el gas natural?
Cuando realizas el trámite para dar de alta el gas natural después de una baja, intervienen dos pasos clave: la activación del suministro y la contratación con la comercializadora. Elegir una tarifa adecuada y revisar los posibles costes adicionales es tan importante como asegurarte de que tu instalación cumple con la normativa.
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¿Qué diferencia hay entre dar de alta y cambiar de titular?
Dar de alta implica activar un punto de suministro que no está en activo. Si el gas ya está activo y sólo cambia la persona titular del contrato, entonces lo que necesitas no es un alta sino un cambio de titular, que generalmente es gratuito y más ágil.
Contenido actualizado a 3 de abril de 2025.